Gastroenteritis en niños-rotavirus: Sintomas y tratamiento.



Gastroenteritis en niños-rotavirus: Sintomas y tratamiento.


Infección por rotavirus.  La gastroenteritis por rotavirus o infección por rotavirus afecta, sobre todo, a lactantes y niños menores de 2 años. El rotavirus suele ser el responsable de las diarreas y los vómitos de los más pequeños. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema tan común en la infancia.




Los bebés y los niños de entre seis meses y dos años son los más afectados. Prácticamente todos los niños tienen contacto con el rotavirus antes de los cinco años.



Los adultos también se pueden infectar. Por ejemplo, en residencias de ancianos son frecuentes los brotes de rotavirus.



Hay diferentes tipos de rotavirus que aparecen de forma distinta en cada estación. La mayoría de los casos de infecciones por rotavirus ocurren de febrero a abril. Después de una infección, se es inmune a ese tipo particular del virus durante un tiempo



Los rotavirus son muy contagiosos. Es posible la infección por contacto directo o con juguetes contaminados, alimentos y agua.



Los primeros síntomas aparecen entre uno y tres días después de la infección. Los pacientes pueden manifestar desde una diarrea leve hasta síntomas más graves.



Los síntomas incluyen diarrea acuosa, náuseas, vómitos y calambres abdominales. Las molestias pueden ser más o menos graves.



Otro síntoma común es la fiebre y, a veces, se puede presentar dificultad respiratoria.



Debido a la fuerte diarrea y los vómitos, los pacientes pierden mucho líquido.



Los síntomas típicos indican a los médicos una posible infección por rotavirus.



Si otras personas del entorno han caído enfermas, por ejemplo, otros niños de la guardería, es probable que se trate de una infección por rotavirus. Sin embargo, hay muchas otras enfermedades diarreicas, que causan síntomas similares.



Lo mejor para llevar a cabo el diagnóstico de infección por rotavirus es con un análisis de materia fecal. La detección directa por microscopía electrónica es algo más exacta.



¿Qué hacer si realmente es rotavirus? La clave está en equilibrar la pérdida de líquidos debida a la diarrea y el vómito.



Si una infección por rotavirus en niños evoluciona de forma leve, deben beber más de lo habitual, dependiendo de la edad y de la dieta anterior, se recomienda leche materna, leche infantil, infusiones sin azúcar o agua.



Las bebidas de cola no son un tratamiento adecuado para los niños. Estos refrescos tienen una gran cantidad de azúcar. Esto promueve una pérdida de agua del cuerpo en el lumen intestinal, que ya es bastante grande debida a la diarrea. Además, la cafeína aumenta la pérdida de potasio ya existente.



Tampoco es recomendable el consumo de zumos con un alto contenido en azúcar o en edulcorantes como el sorbitol. Los alimentos muy dulces también deben permanecer, por el momento, fuera de la dieta.



Una deshidratación inminente o existente debe ser compensada con soluciones específicas de electrolitos.



Una cantidad suficiente de líquidos y electrolitos normalmente protege de la deshidratación.



Sin embargo, si un niño no conserva el líquido en el cuerpo o no quiere beber, puede ser necesaria una perfusión en el hospital.



Los signos de deshidratación severa incluyen sed, agitación, sequedad de la lengua y de las membranas mucosas, confusión, letargo y ojos hundidos. La deshidratación debe ser tratada médicamente.



¿Qué debe tomar el niño durante la enfermedad? Además de mucho líquido, los lactantes deben ser amamantados y comer con normalidad en la medida de lo posible. Las madres lactantes pueden dar a su bebé una solución electrolítica entre comidas.



Los bebés que no sean alimentados con leche materna pueden tomar su leche infantil habitual sin diluir repartida en muchas comidas pequeñas.



Los lactantes que ya comen alimentos sólidos pueden seguir tomándolos o volver a ellos después de la enfermedad. No es necesario cambiar la alimentación.



Los niños deberán recibir una alimentación adecuada a su edad. Los niños que ya no vomitan pueden comer cada vez más alimentos con un contenido en grasa normal.



En adultos, por lo general, no es necesario tratamiento específico. Normalmente, la pérdida de líquido se puede compensar bebiendo suficiente líquido, por ejemplo, agua mineral o infusiones sin azúcar.



Además de sodio, el cuerpo necesita ahora mucho más potasio, que se puede encontrar, por ejemplo, en los plátanos. En casos severos, se pueden comprar suplementos de electrolitos en la farmacia (principio activo: citrato disódico de hidrógeno).



La infección por rotavirus es difícil de prevenir porque los patógenos son muy resistentes a la higiene y al medio ambiente. Sin embargo, es recomendable tomar algunas precauciones al entrar en contacto con personas enfermas. Lo mejor es evitar el contacto con los infectados por rotavirus pero, lógicamentes, no siempre es posible. Es importante lavarse bien las manos después del contacto.



Y también se debe desinfectar las superficies de contacto como los pomos de las puertas, el inodoro y el lavabo. Mientras el virus se siga excretando en las heces, los enfermos pueden transmitir el virus, incluso aunque los síntomas hayan desaparecido.



En general, el virus se puede encontrar en las heces durante, aproximadamente, ocho días. Pero, en algunos casos, este período puede ser más largo. Por lo tanto, durante este tiempo se debe prestar atención a una higiene cuidadosa.



Los niños infectados no deben asistir a instalaciones comunitarias, como el jardín de infancia, mientras puedan transmitir el virus. También se debe evitar, en la medida de lo posible, el contacto con otras personas.



En los hospitales se toman precauciones especiales. Sin embargo, la enfermedad de rotavirus en lactantes y niños pequeños, es una de las infecciones intestinales que se transmite más comúnmente en el hospital.



Otra infección con síntomas similares a los del rotavirus es la infección por norovirus. Los fuertes vómitos en cascada y la diarrea severa son típicos de ambos virus.



La infección por rotavirus en niños menores de dos años es, por lo general, mucho más grave que una gastroenteritis por norovirus y los síntomas duran más tiempo.



En el laboratorio, mediante un análisis de heces, se podrá averiguar si la infección se debe al norovirus o al rotavirus.



Como medida de prevención existen dos vacunas frente al rotavirus. Estas vacunas no están incluidas en el calendario vacunal español.



En algunos casos la vacunación puede ser útil, especialmente en bebés que tienen mucho contacto con otros niños, como en guarderías o en natación para bebés. En caso de duda lo mejor es consultar a un médico.



En caso de infección, después de dos a seis días lo peor suele haber pasado. ¡Que se mejore pronto!
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